Una vez más nuestro reportero/jugador nos comenta desde dentro sus impresiones de la jornada.
El partido estuvo todo el tiempo activo, ya que la máxima diferencia llegó a ser tan solo de 10 puntos entre los dos equipos.
Ya desde el salto inicial se notaba la tensión en el ambiente (yo al menos). Era el úlitmo partido de la temporada regular y podíamos lograr un resultado positivo fuera de casa para acabar con buenas sensaciones.
Estuvimos bastante acertados en ataque, aunque seguíamos fallando canastas demasiado fáciles e intentábamos jugadas demasiado difíciles (pases) todo el encuentr. Nos faltó precisión en los tiros libres y algo más de movimiento de balón en algunas entradas. Y no hacer uno solo la jugada, sin contar con el resto del equipo.
No llegamos a estar por delante, pero nuestra hambre de victoria nos daba fuerzas para seguir luchando mientras reducíamos dferencias con el contrario.
En defensa nos faltó precisión a la hora de cortar pases fáciles y de recular en los contrataques del rival, lo que generó muchos puntos fáciles para ellos.
Al margen del buen partido que hicimos como equipo (para mi gusto, ya que salí con muy buenos ánimos) también me mosqueó la actitud del árbitro en nuestra contra: nos pitaba todo, incluso faltas que no lo eran... y a ellos todo lo contrario. Frustrante (aunque no es extraño al jugar en Villagarcía, uno se acaba acostumbrando). De todas formas, no culpo al árbitro ya que pitaba él solo, cuando debería haber dos colegiados. Pero ya digo, acabamos con dos expulsiones, una por acumulación y otra por acumulación más antideportiva (la mía, y no era), mientras que a ellos no les pitó, por ejemplo, un codazo descarado a Dieguito en una lucha que se vio hasta en las gradas.
Pero, aparte de esto, muy contento con la progresión del equipo esta temporada y con la ambición con la que se jugó el partido.