Estadio: Pabellón Municipal de Baiona.
Partido perteneciente a la tercera jornada y que en su momento fue aplazado.
Día raro, ambiente raro y partido desaprovechado.
Estos fueron los condimentos de una jornada que pudo ser mucho más productiva en lo que a deporte se refiere.
La primera impresión (trece jugadores del Pontevedra frente a solo 6 del Baiona) y el comienzo (0-4 en dos jugadas rapidísimas) hacían prever un encuentro en el que nuestros chicos levantarían de una vez el vuelo tras las buenas sensaciones de la jornada anterior, pero nada más lejos de la realidad.
No hubo colocación en pista (las continuas rotaciones no lo hicieron posible) ni iniciativa, ni comunicación, ni ganas.
Solo vimos sobre la pista a un sólido Baiona que supo sacar provecho de su escasa plantilla para hacerse con el partido por 46-38.
El exceso de infructuosas jugadas individuales por parte de los nuestros les llevó a perderse en un partido vacío de contenido en el que tuvieron la posibilidad de haber demostrado algo y no lo hicieron.
Una vez más vimos a un grupo poco coordinado pero con elementos realmente válidos, aunque fuera de lugar al no ser conscientes de que, bueno o malo, todos forman un equipo.
Una vez más tenemos que volver a repetir que vemos mucho potencial e ilusión en los chavales, pero falta algo, algo que, de una vez por todas, les haga creerse lo que realmente valen y salgan a la pista motivados.
Y terminamos haciendo mención a la colegiada que arbitró el encuentro, que fue capaz de gestionarlo de una forma admirable, con muy pocos errores y dejándose el resuello en rápidas carreras de un lado a otro de la pista al no contar con el apoyo de ningún árbitro auxiliar.
Día raro, ambiente raro y partido desaprovechado.
Estos fueron los condimentos de una jornada que pudo ser mucho más productiva en lo que a deporte se refiere.
La primera impresión (trece jugadores del Pontevedra frente a solo 6 del Baiona) y el comienzo (0-4 en dos jugadas rapidísimas) hacían prever un encuentro en el que nuestros chicos levantarían de una vez el vuelo tras las buenas sensaciones de la jornada anterior, pero nada más lejos de la realidad.
No hubo colocación en pista (las continuas rotaciones no lo hicieron posible) ni iniciativa, ni comunicación, ni ganas.
Solo vimos sobre la pista a un sólido Baiona que supo sacar provecho de su escasa plantilla para hacerse con el partido por 46-38.
El exceso de infructuosas jugadas individuales por parte de los nuestros les llevó a perderse en un partido vacío de contenido en el que tuvieron la posibilidad de haber demostrado algo y no lo hicieron.
Una vez más vimos a un grupo poco coordinado pero con elementos realmente válidos, aunque fuera de lugar al no ser conscientes de que, bueno o malo, todos forman un equipo.
Una vez más tenemos que volver a repetir que vemos mucho potencial e ilusión en los chavales, pero falta algo, algo que, de una vez por todas, les haga creerse lo que realmente valen y salgan a la pista motivados.
Y terminamos haciendo mención a la colegiada que arbitró el encuentro, que fue capaz de gestionarlo de una forma admirable, con muy pocos errores y dejándose el resuello en rápidas carreras de un lado a otro de la pista al no contar con el apoyo de ningún árbitro auxiliar.
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