La Copa Primavera empezó torcida para nosotros.
Por un lado, el primer encuentro estaba programado para el domingo 13 de abril pero se acabó jugando el sábado anterior y, por otro, una gran parte del equipo estaba de viaje de fin de curso y algunos más jugando con el equipo A, por lo que estábamos sin plantilla. Por suerte conseguimos al menos juntar a siete de nuestros jugadores más un cadete que vino a echar una mano.
Teniendo en cuenta que la expedición se componía solo de estos 8 jugadores y que el rival, el Tuy, ha sido uno de los equipos más fuertes de la temporada y pelea por un puesto en la liga gallega, nuestros chavales jugaron un gran partido, sensación generalizada al final del mismo.
El Tuy puso desde el primer minuto tierra de por medio y, aunque el Estudiantes intentaba evitarlo, la distancia en el marcador era insalvable. La falta de defensa de los nuestros en los rebotes y algún que otro triple del rival, unido a la escasez de personal, nos avocaron a un marcador final de 89 a 49 a favor de los de Tuy, aunque desde el segundo periodo el Estudiantes comenzó a defender y atacar como un buen conjunto, robando balones y contraatacando con velocidad.
Independientemente del resultado, ese primer partido de la Copa fue limpio, con buen juego por parte de ambos equipos, buen arbitraje y, sobre todo, baloncesto durante los 40 minutos.
El segundo partido, que jugamos contra el Porriño el siguiente fin de semana, fue una extensión del primero: pocos jugadores (esta vez solo siete) y buen baloncesto.
Desde nuestro punto de vista, podríamos decir que el equipo hizo una de las mejores actuaciones de la temporada aunque, por desgracia, demasiado tarde, llegando a situarse en un 12 a 2 a favor al poco de comenzar, con un alto porcentaje de acierto a canasta, gran juego en equipo, contraataques rápidos y buena actitud defensiva en general.
Pero, a partir de la segunda mitad, las cosas cambiaron. El rival comenzó a robar más pases y a afinar en los lanzamientos, a lo que se unió un cúmulo de expulsiones de los nuestros (que les llegó a dejar hasta con solo cuatro jugadores en pista) más el resurgimiento de los fallos a canasta, pases perdidos y jugadas sin sentido, que nos dejaron un marcador final de 50-63 a favor del Porriño..
A pesar de ello el interés no decayó a lo largo de un partido donde disfrutamos de buen juego, compenetración, deportividad y de un arbitraje excepcional (de las pocas veces en las que el dúo arbitral explicaba con detalle lo que pitaba).
Todo ello a pesar del intento de sabotaje de algunos aficionados del Porriño, empeñados en sacar de sus casillas a nuestros jugadores y molestar a los árbitros.
Estudiantes - Porriño
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