Y llegó el final.
Tras una semana de duros entrenamientos, competiciones y desafíos, llegó a su fin la IV edición del Campus Baloncesto Pontevedra, con una clausura muy emotiva (como viene siendo habitual) por las grandes vivencias y buen rollo que se establece entre los participantes desde el día de la presentación.
La última jornada es el momento de demostrar lo aprendido durante el campus en una serie de competiciones que tienen a los chavales con los nervios a flor de piel.
Pero también es cuando se reparten los premios y cuando participantes, organizadores, padres y demás invitados disfrutan de un rato distendido recordando buenos momentos vividos a lo largo de la semana.
Pero también es cuando se reparten los premios y cuando participantes, organizadores, padres y demás invitados disfrutan de un rato distendido recordando buenos momentos vividos a lo largo de la semana.
Como ya dije en la anterior entrada, ha sido un placer colaborar con el personal del campus y espero poder repetir el año próximo.
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