Estadio: Pabellón Polideportivo. Pontecesures.
Mal día para practicar el baloncesto, pues ninguno de los jugadores iba mentalizado a disputar el partido. Está claro que este año algo está fallando, y es una pena, viendo lo receptivos que son estos chicos.
A mi entender se están olvidando aspectos básicos de las actividades deportivas infantiles, como que no hay profesionales ni ambiciones, que el objetivo principal es fomentar la salud mental y física, el compañerismo y la diversión y que se juega robando tiempo a la más importante obligación de los chavales de estas edades, que son los estudios, cosa que nadie debe perder nunca de vista.
Los "rebotes" hay que dejarlos para los partidos, y si un equipo aficionado (en cualquier deporte) no funciona como es debido, las primeras virtudes de que han de hacer gala el/los responsables es de la paciencia y el tesón. El viernes anterior al partido que nos ocupa, los chavales dejaron patente que tienen, además de paciencia y tesón, interés en avanzar, como demostraron entrenando las dos horas, solos y por su cuenta, fuera del pabellón.
Los "rebotes" hay que dejarlos para los partidos, y si un equipo aficionado (en cualquier deporte) no funciona como es debido, las primeras virtudes de que han de hacer gala el/los responsables es de la paciencia y el tesón. El viernes anterior al partido que nos ocupa, los chavales dejaron patente que tienen, además de paciencia y tesón, interés en avanzar, como demostraron entrenando las dos horas, solos y por su cuenta, fuera del pabellón.
Y qué puedo contar del partido. Se comenzó con cuatro pérdidas de balón seguidas, lo que propició que el equipo de casa comenzara a poner tierra de por medio, llegando al final del primer cuarto con un marcador de 14-8, situación que no mejoró en el segundo cuarto, que concluyó con un contundente 38-10.
El tercero comenzó algo mejor, dando incluso la impresión de que sería posible una ligera remontada, pero todo fue un espejismo a la vista del 56-18.
Y el cuarto fue para olvidar. El equipo no fue capaz de enfrentarse a la presión continua del Extrugasa, perdiendo todos los balones y dejando el marcador en el 71-27 definitivo.
En definitiva, un partido rematadamente malo en todos los aspectos. Los chicos no se situaban en el campo, no pasaron bien ni una sola vez, perdían continuamente el balón y los tiros a canasta fueron escasos, probablemente por miedo al fallo. Y de los rebotes mejor no hablar. En general poca tensión y poca ansia de ganar, no sé si reflejo de la situación vivida el viernes anterior a la que antes he hecho referencia.
Diario de Pontevedra 13-11-2012
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