Estadio: Pabellón O Pombal. Cambados
El partido comenzó emocionante, con bastante igualdad entre ambos equipos, aunque los nuestros se pusieron enseguida a cinco puntos del rival.
Pero una vez más la ilusión se vio truncada debido a la habitual estrategia de cambiar en conjunto al quinteto que funciona, práctica que está permitiendo en cada encuentro poner tierra de por medio al equipo contrario y complicar la vida a nuestros chicos.
El marcador final de 81 – 24 da una idea de que fue un partido más, por lo que no hay mucho que contar. Pérdidas de balón, pases sin sentido que permitían al rival pillarnos con un solo jugador defendiendo… la rutina habitual.
También los árbitros fueron decisivos en el resultado del encuentro, pitando faltas y fueras más que dudosas en nuestra contra.
Y, como era de esperar, la unión de estas circunstancias desmotivó al Pontevedra, que veía con impotencia una vez más cómo la victoria se alejaba.
Lo más curioso, que percibimos siempre que jugamos contra este equipo, es el comportamiento de uno de sus jugadores en la cancha, actitud que parece no importar a los árbitros.
Nos referimos al número 9, un chico que, en vez de dedicarse al baloncesto, debería buscar algún deporte más apropiado a sus aptitudes, tipo lucha libre o kick boxing.
Este jugador (por llamarlo así) se dedicó todo el partido a dar patadas, golpes por lo bajo, hacer zancadillas… Y, cuando esto no funcionaba, cambiaba de estrategia, pasando a faltar al rival.
Todo esto, que se pudo ver y escuchar claramente, parece que pasó desapercibido a los colegiados, situación, insisto, que no es nueva.
Pero no vamos a dar más protagonismo al punto oscuro del encuentro. Preferimos reconocer el buen juego y el comportamiento del resto de jugadores del Xuven, que sí supieron estar a la altura del evento deportivo y dieron un buen espectáculo, que es lo que queremos ver.
Por parte de nuestros chicos, una vez más han demostrado que ese esfuerzo personal y colectivo en iniciativas que ellos mismos toman empieza a dar sus frutos. Es una pena que, a estas alturas de la liga, ese comportamiento no vaya a cambiar el resultado, pero les animamos a que continúen con esa actitud, que podría dar sus frutos en la próxima temporada.
Diario de Pontevedra 21-01-2014